Resumen de CapCorp 2021, el Congreso de referencia del Private Equity y el M&A

Por Álvaro Ortega en colaboración con Empresax

Tras un año de parón, los profesionales del Private Equity y el M&A volvimos a juntarnos presencialmente de la mano de Capital & Corporate e IFAES. Bajo el lema “Driving a sustainable recovery” pudimos asistir a diez paneles en los que se analizaron las últimas tendencias del sector desde distintas ópticas. Estas fueron las principales ideas.

Dejamos atrás meses en los que el foco se situó en ayudar a las participadas a encajar el golpe de la pandemia. Hoy la tónica general es bien distinta. En los próximos meses se espera alcanzar niveles récord en número de operaciones y volumen de inversión. No obstante, el optimismo es moderado.

Así es, el entorno de liquidez actual pone presión en los fondos, que necesitan hacer deployment. Esto supone al mismo tiempo un gran momento para desinvertir de aquellos activos que han salido reforzados de la crisis. El ICO y la creciente presencia de fondos internacionales ahondan en esta tendencia. Ni que decir tiene que, como consecuencia de este panorama, el eterno debate de las valoraciones está más vigente que nunca.

Las gestoras reflexionaron sobre sus estrategias de diferenciación y cómo están cambiado los procesos de inversión.

La sensación general es que se están acelerando y que el nivel de atención en la Due Diligence ha pivotado. En este escenario los fondos hacen equilibrio entre un análisis ágil que no ponga en peligro el cierre de la operación y la profundidad necesaria para detectar riesgos tecnológicos, posiciones competitivas resilientes ante eventos pandémicos o geopolíticos…Por supuesto, los criterios ESG ya no son un plus, sino un must. La liquidez y la competencia no solo aceleran los procesos, sino la necesidad de invertir. Aquí volvemos al debate de los múltiplos y cómo diferenciarse para mantener y mejorar los retornos logrados para los LPs en los últimos años. Entre los fondos locales se destacó la complejidad de la especialización sectorial como vía de diferenciación. A pesar de ello estamos viendo vehículos especializados, como el caso de Miura, que está apostando fuertemente por el sector agroalimentario. DeA Capital es otro ejemplo que pone el foco en alimentación y bebidas. El tamaño es otra cuestión que se puso de manifiesto como vía para esquivar la competencia. Los fondos, que habitualmente buscan operaciones de mayor tamaño a medida que su fuerza recaudadora aumenta, están volviendo a sus orígenes. Cada vez veremos operaciones más pequeñas. Contamos con claros exponentes de esta estrategia como el de Abac y su participada Nuzoa o Nazca y su fondo V. En este sentido no es de extrañar que los cada vez más habituales Search Funds apareciesen en las conversaciones de pasillo e incluso en algún panel.

Respecto a las industrias objeto de análisis, es evidente que todas aquellas afectadas por la caída de la demanda y con costes fijos altos no son las más atractivas para la mayoría de los inversores. De hecho, el impacto en sus estructuras de capital de financiar con deuda los flujos de caja negativos originados por la pandemia dará lugar a situaciones distress en los próximos meses y años. En el otro lado, en el de las compañías reforzadas, los inversores están encontrando activos interesantes en el campo de la salud o la educación y, cómo no, en el resiliente sector hortofrutícola. Poco sentido tiene hablar de la tecnología como industria a estas alturas, considerando que la transformación digital es transversal. En cualquier caso, los asistentes siguen coincidiendo en que, a pesar del empujón del último año, sigue siendo una de las principales palancas de creación de valor.

España sigue siendo uno de los países más atractivos de la Unión Europea en los próximos años.

Como decíamos, el optimismo es moderado. Las sucesivas crisis que estamos viviendo desde marzo de 2020 van mucho más allá de problemas de demanda. Compañías que no se habían visto afectadas por el shock inicial podrían verse gravemente impactadas por la crisis energética y de materias primas. Adicionalmente, en varios paneles se destacó la incertidumbre política y regulatoria con la subida de las cotizaciones y la reforma concursal como protagonistas. A pesar de todo, España sigue siendo uno de los países más atractivos de la Unión Europea en los próximos años, como mencionó un fondo alemán allí presente.

Acabamos el repaso a esta XXI edición de Capital & Corporate llamando a instituciones públicas y privadas a redoblar el apoyo a esta industria. El atractivo del Capital Privado como activo generador de retornos es indudable atendiendo a las series históricos, especialmente en el contexto macro actual. Pero, además, es más necesario que nunca. Vivimos en un momento único en términos de complejidad y oportunidad. Conviene recordar el impacto económico y social del Capital Privado, como demuestran los estudios que analizan las compañías participadas en aspectos como el crecimiento, creación de empleo, inversión y rentabilidad. Contribuyamos, como venimos haciendo, a que el Private Equity sea cada vez más común y menos alternativo. El momento lo requiere.